Durante la realización del trabajo físico es necesaria la contracción muscular, para que esto ocurra se necesita un adecuado aporte de energía a las fibras musculares, durante un tiempo necesario.
El organismo utiliza durante el ejercicio físico, grasas e hidratos de carbono. En los ejercicios de mayor intensidad y menor duración, el organismo utiliza los hidratos de carbono y en ejercicios de baja intensidad y larga duración, se utilizan las grasas.
En circunstancias especiales de baja disponibilidad de estos nutrientes, el organismo puede utilizar otros sustratos energéticos como el lactato, los aminoácidos de cadena ramificada (BCAA) y la glutamina.
En deportes de larga duración como maratón o ciclismo o de alta intensidad como el trabajo con pesas, los depósitos de glucógeno sufren un gran descenso, llegando incluso a desaparecer.
Es en este punto donde el organismo utiliza los aminoácidos de cadena ramificada, para convertirlos en energía, esto conlleva un descenso de aminoácidos musculares, así como del rendimiento del deportista y como consecuencia el aumento del tiempo de recuperación muscular.
Los BCAA, son tres, leucina, isoleucina y valina, cumplen diversas funciones:
-Durante el ejercicio, pueden actuar como sustratos energéticos, necesarios para la contracción muscular.
-Estimulan la síntesis de proteínas musculares y disminuyen la degradación después del ejercicio.
-Disminuyen la fatiga durante el ejercicio prolongado, sobre el sistema nervioso central.
-Estimulan la producción de insulina, que ayuda a transportar glucosa y aminoácidos al interior de las células.